¿Tú también compras agua embotellada? ¿Nunca sales de casa sin tu botella de agua mineral? En este artículo vamos a hablar sobre las aguas envasadas de mineralización muy débil. Veremos qué significa esta mención en la etiqueta de tu botella de agua, vas a descubrir por qué el agua tiene diferentes sabores de dónde provenga y nos preguntamos cómo afectan minerales como el sodio a nuestra salud.
¿Qué significa agua de mineralización muy débil?
Un importante porcentaje de la población consume agua embotellada a diario: por su sabor, por la dureza del agua en su zona o simplemente por comodidad. Esta agua envasada procede, casi en su totalidad, de acuíferos subterráneos que se han formado tras lluvias, se han enriquecido en los minerales de ese suelo y se han extraído por perforación.
No obstante, cuando haces la compra encuentras diferentes tipos de aguas embotelladas. Algunas rotulan que son de mineralización fuerte, otras que son débiles. ¿Qué significa todo esto? Todas las aguas envasadas deben conservar la riqueza de minerales que extraen de su manantial de origen, a esto nos obliga la actual legislación.
Las aguas de mineralización muy débil son aquellas que tienen hasta 50 mg/L de residuo seco. El residuo seco es la suma de todos esos minerales que contiene el agua embotellada y, por tanto, el manantial del que procede: calcio, potasio, magnesio o sodio son algunos de ellos. Las aguas de Teleno tienen un contenido de 28 mg/L de residuo seco, con un contenido muy reducido en sodio y calcio.
¿Cómo afecta el sodio a la salud?
El sodio es un mineral que forma parte de diferentes alimentos y tiene funciones importantes para asegurar el correcto funcionamiento de nuestro organismo, como por ejemplo a la hora de equilibrar los líquidos de nuestro cuerpo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos ha advertido en numerosas ocasiones sobre el consumo excesivo de sodio en las poblaciones de todo el mundo.
Sabemos que un exceso de sodio puede provocar hipertensión arterial, inflamación de nuestras células y tejidos, riesgo de cardiopatía y accidentes cerebrovasculares. Regular su consumo en nuestra alimentación (por ejemplo, con aguas de mineralización muy débil) es una posibilidad. Y un recurso valioso en grupos sensibles que deben controlarlo:
- Bebes con menos de cuatro meses, que no pueden eliminar el exceso de sodio adecuadamente porque sus riñones aún no están preparados.
- Personas con problemas renales, cuya enfermedad dificulta que los riñones equilibren los niveles de sodio y líquidos en la sangre.
- Personas que padecen de patologías como la hipertensión cardiaca o afecciones de salud relacionadas con el corazón, como la insuficiencia cardiaca.
El agua sí tiene sabor y depende de su dureza
Aunque siempre nos han dicho que el agua no tiene sabor, esto no es así. ¿Cuántas veces te has ido de vacaciones y has comprado agua embotellada para pasar esos días? Seguramente lo habrás hecho porque el agua del grifo no te sabe bien o la notas diferente. Esto te ocurre por un motivo muy simple: el agua sí tiene sabor, y ese sabor depende de su contenido en esas sales minerales de las que hemos hablado. Notarás que algunas aguas son más insípidas y otras tienen sabores muy intensos.
En las zonas de España donde el agua tiene un mayor contenido en minerales (a lo que llamamos ‘dureza del agua’) el sabor suele ser fuerte y desagradable. Provincias como Tarragona, Murcia, Albacete o Valencia destacan por su agua dura, mientras que nos encontramos con aguas débiles en Málaga, Badajoz o la comunidad autónoma de Galicia.
Como podrás imaginar, esta diferencia de sabores también ocurre con las distintas aguas embotelladas que se venden. Recuerda que proceden de los diferentes manantiales de aguas subterráneas de nuestra península. La ubicación y peculiaridades en minerales de ese manantial va a darnos un agua muy característica en cuanto a su sabor y frescura. Algo que no puede alterarse tras su extracción: las aguas embotelladas tienen que ser envasadas con las mismas cantidades de minerales que le aporta el manantial del que se extraen.
Aquellas aguas envasadas que indican «de mineralización fuerte» en su etiqueta tienen unos sabores más intensos. ¿Tú estás buscando agua embotellada con un sabor suave? Entonces, a la hora de hacer la compra, lo mejor es que te fijes bien el su etiquetado y te decantes por aguas de mineralización muy débil.
El agua embotellada de Agua del Teleno procede de un manantial situado en Palacios de la Valduerna, a los pies del monte de Teleno. De este manantial surge un agua de muy bajo residuo seco, lo que hace que entre en la categoría de mineralización muy débil. Un agua que, en su sabor y su sensación en boca, es refrescante y de sabor suave.
Agua del Teleno se compromete con la sociedad. Queremos ir un paso más allá y aportar nuestro granito de arena. Agua del Teleno, un agua de mineralización muy débil no es tan solo el pilar fundamental para un estilo de vida saludable, sino también se convierte en el pilar fundamental para el bienestar general de la comunidad.